Capitulo 3.

Aquí os dejo el capítulo número tres. Espero que lo disfrutéis y que me comentéis que os parece, me gusta saber vuestra opinión para así que la historia tome un rumbo u otro
Besos

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Pov: Katherine

-¿Qué haces aquí? –escuché decir a Chelsea

-¿está Austin? –preguntó una chica haciendo caso omiso de la pregunta

-¿cómo tienes la cara dura de aparecer  por aquí? no quiero que vuelvas a aparecer, ni verte más la cara. Como se te ocurra volver a venir te enterarás de quien soy yo

Y tras eso sonó un portazo y Chelsea apareció por la puerta del salón con  lágrimas en los ojos.

-¿quién era? –pregunté preocupada

-la chica de esta mañana –dijo secándose las lágrimas que caían por sus ojos

-¿por qué no le has preguntado quién era?

-no lo sé, en ese momento sólo me ha salido lo que has oído –dijo encogiéndose de hombros

-oye, ¿por qué no os venís a comer a casa?

-no quiero ser molestia, Kath

-sabes de sobra que no lo eres –dije sonriendo

-está bien –dijo

Miré el reloj y ya eran las 14:00

-Zoe, David, Madison –dije alzando la voz para que nos oyeran y  ellos  bajaron las escaleras corriendo

-¿ya nos vamos? –preguntó Madison

-sí –dije

-jo pero yo quiero estar más rato con ellos

-no te preocupes, se vienen a comer con nosotros –dije sonriendo

-¡bien! –dijo y corrió junto a David y Zoe

-bueno, pues no se hable más, en marcha -dijo Chelsea y fuimos a mi casa

Una vez allí los niños salieron al jardín y se pusieron a jugar con Duque. Sí, nos habíamos mudado a una casa más grande y nos habíamos comprado un perro.

-oye, hace tiempo que no sé nada de Caroline y Britanny -dijo Chelsea

-pues ahora que lo dices…la verdad es que yo tampoco –contesté- luego la llamamos, vamos a hacer la comida

Cogí los ingredientes necesarios para hacer una lasaña y empezamos a prepararla.

-oye, ¿por qué os mudasteis? –me preguntó

-porque… queremos darle un hermanito a Madison y la casa se nos iba a quedar un poco pequeña. Además, esta tiene jardín y piscina así que pueden salir a jugar fuera

-¿en serio? –preguntó Chelsea sorprendida - ¿se lo habéis dicho a Madison?

-no, aún no, pero de todas maneras vamos a esperar –dije

-¿por qué?

-pues porque es algo que tenemos pensado hacer, pero todavía no es seguro, aunque no hay nada que me gustaría más –sonreí

-bueno, pues yo quiero enterarme la primera eh –dijo Chelsea riendo

-no, el primero será Eric

-bueno, pues la segunda –dijo Chelsea rodando los ojos

Nos reímos y me sobresalté con el pitido del horno, el cual indicaba que la lasaña ya estaba.

-sácala, por favor – le dije – yo voy a por unas cuantas bolsas de sangre

Me dirigí a la despensa y las cogí.

-tiene buena pinta –dijo – en estos momentos me gustaría ser humana para poder comerla

-como  poder puedes

-lo sé, pero no me sabría a nada

Repartí la lasaña en dos platos y puse las bolsas de sangre en la mesa.

-¡Madison!  A cenar –dije elevando el tono de voz para que me escuchara

Vinieron los tres y nos sentamos en la mesa. Madison y yo nos comimos la lasaña y Zoe, David y Chelsea se tomaron las bolsas de sangre.

Cuando terminamos recogimos todos y los niños subieron a la habitación de Madison y nosotras salimos un rato al jardín.

-oye, ¿dónde está Eric?  -me preguntó Chelsea

-creo que iba de caza con los chicos –contesté encogiéndome de hombros

-¿Crees que Austin estará con ellos?

-sí, no te comas la cabeza con eso

Suspiró.

-¿por qué no llamas a Britanny y a Caroline?

-sí,  buena idea –sonreí y fui a por el teléfono

Primero marqué el número de Britanny

-¿sí? – contestaron al otro lado de la línera

-Brit, soy Katherine, ¿cómo va todo? Que hace tiempo que no hablamos

-¡Kath! –dijo con un tono alegre- pues todo va genial, estamos viajando, viendo mundo, por eso no podemos quedar

-que buena vida –dije riendo

-y ¿dónde estáis ahora?

-en Praga, es precioso

-me alegro de que lo estéis pasando bien –sonreí- bueno, te dejo que tengo que llamar a Caroline, adios –dije y colgué

-está recorriéndose todos los países con Ethan. Ahora mismo están en Praga

-que bien viven –dijo Chelsea y ambas reímos

Marqué el número de Caroline

-¿quién es? –contestó una voz que no era la de mi amiga

-¿Chace? –pregunté dubitativa

-¡Katherine! –dijo Chace

-¿por qué contestas tú al móvil de Carol? –pregunté

-porque no puede ponerse

-ah vale,  ¿dónde estáis?

-en el hospital

Noté cómo empezó a faltarme el aire. ¿En el hospital? No puede ser…